En momentos como el que estamos viviendo nos acordamos de esos paseos por el campo, esas salidas a los parques… En definitiva, todos añoramos el contacto con la naturaleza que vemos postergado a un futuro (esperamos que no muy lejano).
Quizás, por esta razón, nos vemos en la necesidad de valorar el mundo vegetal que nos sostiene y nos acompañará en el futuro.
Os proponemos un proyecto para compartir con nosotros a través de la comunidad. Una empresa que nos pedirá paciencia y entrega, algo que estamos entrenando, y mucho, en estos días de encierro.
Vamos a sembrar semillas con los pequeños de casa. Compartimos diferentes métodos. Todos muy fáciles de llevar a cabo. Os recomendamos generar un pequeño rincón en casa que podáis visitar con vuestras hijas e hijos durante estos días. El lugar, ya sea interior o exterior, ha de poseer mucha luz y un poquito de sol directo. ¿El resto? Es disfrutar de la magia de la vida.
Opción de siembra 1: Papel mojado, papel aluminio, semilla y frigorífico. Esta opción está recomendada para semillas de frutales. El ejemplo que os traemos ha sido sacado de los huesos de las ciruelas. Con un alicate rompemos la cáscara de la semilla de la ciruela y extraemos el germen del interior. Lo envolvemos en papel húmedo. A continuación, lo envolvemos en papel aluminio y al frigorífico. En unos 20 días vuestros futuros ciruelos deberían estar listos para pasar a una pequeña maceta.
Opción de siembra 2: Bote de especias. Es parecida a la anterior. La semilla se coloca entre dos trozos de papel de cocina previamente humedecidos. Gracias al tapón podemos calcular el nivel de humedad de la semilla, así que, podemos tenerla en el exterior. Un “planticonsejo” espolvorea un poco de canela en el papel húmedo (la canela es un fungicida maravilloso para prevenir los hongos de la humedad). La semilla que veis es un piñón extraído de una piña que andaba por casa medio abierta.
Opción de siembra 3: Hueveras. La foto es muy reveladora. Utilizar el cartón de los huevos para sembrar vuestras semillas y la parte de plástico para hacer un mini-invernadero. En la foto hemos sembrado coliflor.
Opción de siembra 4: Cáscara de huevo. ¡En cuarentena no se tira nada sin darle al menos dos o tres usos! Utilizad la cáscara de huevo para hacer semilleros. Cuando tengáis vuestra plantita no hace falta sacarla del huevo. Simplemente rompéis un poquito la cáscara y la incorporáis a una maceta con sustrato rico en materia orgánica tipo humus de lombriz. Aquí también tenemos una pequeña panta de coliflor en ciernes. ¿Sabían que poner cáscara de huevo alrededor de nuestras plantas evita que los caracoles accedan a ellas?
Algunos supermercados venden semillas. No os podemos decir marcas, pero si indagáis en internet a través de algún buscador encontraréis varias sugerencias. También podéis cogerlas de vuestras hortalizas. Tomates o calabazas son ideales. Pero, atención, primero hay que limpiar bien la semilla y dejarla secar al sol.
¡Feliz siembra!